domingo, 26 de octubre de 2008

Colón en la historia y la leyenda

Por Jesús Pérez Uruñuela


Los primeros exploradores que tomaron la delantera a los demás pueblos del Atlántico, fueron los portugueses y gallegos, saliendo las expediciones de los puertos de Portugal y Galicia. Así, pues, en 1420 se descubrieron las Islas Terceiras o de Madeira, en 1429 el Cabo Bojador, en 1441 el Cabo Blanco, en 1441 el Senegal, en 1444 las Islas Azores, en 1460 las Islas de Cabo Verde y en 1486 el Cabo de Buena Esperanza por Vasco de Gama, que lo remontó penetrando en el mar de las Indias; quedando de esta manera, abierta la nueva ruta alrededor del continente africano.
Años después, aparece un joven marino, residente en Lisboa, intrépido, de gran experiencia y conocimientos cosmográficos y náuticos, alentado por el éxito que en sus exploraciones acababan de obtener los navegantes portugueses. Este atrevido marino es conocido con el nombre de Cristóbal Colón, pero también pudo haberse llamado Crisóforo Colombo Fontanorossa, hijo de Doménico y Susana.
¿Acaso el nombre de Cristóbal fue adjudicado a Colombo por su acepción: Cristo baal, identificación de aquel gigante que –cuenta la leyenda- cargó sobre sus hombros al Niño Jesús para que cruzara un río, y en el caso de Colón, fue él quien simbólicamente “carga a Jesucristo” a través del Océano Atlántico para llevar su fe a las tierras del Nuevo Mundo?
Entre el 25 de agosto y el 31 de octubre de1451, nace nuestro personaje. Además de la oscuridad en que se halla envuelta la verdadera patria de Colón ¿Italia (Génova, Saonia, Cogoleto y Calvi), o bien en los pueblos hermanos que formaban “la Lucitania” Portugal (Tiras os Montes) y el antiguo Reino de Galicia (Pontevedra)?, existen sombras que cubren su infancia, su educación, su juventud, sus ascendientes, su progenie y su vida, hasta el momento de su aparición en Castilla.


¿CÓMO ERA DESCRITO COLÓN?





El padre Las Casas, así describe a su gran amigo: «Colón era de cara larga y no llena ni enjuta, la nariz aguileña, los ojos grises y vivos, pecoso y algo colorado de pómulos salientes de venerable aspecto, siendo sobrio y moderado en el comer, beber, vestir y calzar.»
Emilio Castelar, en su obra “El Descubrimiento de América”, dice: «Colón era avaro, interesado, porfiado y pleiteante como un litigante, impenitente, por sus privilegios, dignidades, mayorazgos, lucros, participaciones, cargas de justicia, juros, rentas, mercedes, como cualquier vulgar».
En las pinturas referidas y en la descripción que hacen las autoridades históricas, que acabamos de citar, del tipo físico y temperamento de Colón, se delinean los rasgos de su personalidad: se ve la ley atávica o de herencia de la familia del grande hombre, observándose su origen semítico.


EL TIEMPO DONDE LA HISTORIA SE ENTREMEZCLA CON LA LEYENDA:


1470-1476.- Colón recorre el Mediterráneo, al servicio de comerciantes genoveses, e inclusive algunos afirman que fue marinero en naves corsarias.
1476.- Tras un naufragio –se dice- arribó “a nado” a un Portugal impregnado entonces de la aventura atlántica -impulsada por el rey Enrique “el Navegante”- para encontrar una ruta marítima hacia India, sustituta de la larga y peligrosa tradicional ruta terrestre y la hasta entonces realizada alrededor del continente africano. Ahí, encuentra el entorno propicio para reafirmar sus inquietudes navegantes, sustentadas en su lectura de diversas obras sobre Geografía y Astronomía. Además, y durante los siguientes años navega habitualmente entre las islas atlánticas de Madeira, Azores y Canarias, ya descubiertas en 1420 y 1444.
1483-1484.- Gestiona apoyo del Rey Juan II de Portugal con su proyecto de navegar de Oriente a través del océano Atlántico, sin lograrlo.
1485.- Abandona Portugal, con meta de llegar a la Corona de Castilla. En el monasterio franciscano de La Rábida (en Palos de la Frontera España), un centro especializado en cultura y navegación, donde algunos de sus frailes eran expertos marinos, Colón encontró una inestimable ayuda, entusiasmando en su proyecto al prior Juan Pérez; (antiguo confesor de Isabel la Católica) y a fray Antonio de Marchena, cosmógrafo y Superior del monasterio; ellos lo relacionaron con el Duque de Medinacelli, quien facilitó los contactos directos con la Corte española y la soberana.
1486.- En la primera audiencia que los Soberanos Católicos concedieron a Colón expuso el proyecto gestado durante su etapa portuguesa.
1492.- Las negociaciones entre Colón y los Reyes Católicos fueron prolijas, pese a lo ocupado que estaban los monarcas en conquistar el reino nazarita de Granada; una vez conseguido esto, en abril, las «Capitulaciones de Santa Fe» materializan el acuerdo que hace posible la partida de tres carabelas, desde el puerto de Palos de la Frontera (Huelva) el 3 de agosto de 1492, hacia mar adentro. El 12 de octubre de ese mismo año se pisaba tierra en un lugar hasta entonces desconocido (Las Antillas), parte del nuevo continente que habría de llamarse no “Colombia”, sino América.

1493-1502.- Realiza sus 2º, 3º, y 4º viajes, llegando a tocar en éste último las costas de Costa Rica, Nicaragua y Panamá, buscando aquí el paso al Océano Pacífico, llamado por Ptolomeo Sinus Magnus.
1500.- Colón regresó a Cadiz encadenado, junto a sus hermanos Diego y Bartolomé, por orden del nuevo gobernador de las Indias, Francisco de Bobadilla, debido a las exageradas (pero ciertas) acusaciones que pesaban sobre él, de desórdenes, masacres y sublevaciones existentes en La Española, durante su ausencia de más de dos años. Tiempo después fueron puestos en libertad.
1504.- Enfermo, Colón retorna definitivamente a Castilla y reclama, infructuosamente, la reposición de sus privilegios perdidos (almirantazgo, virreinato, concesiones y riquezas).
1506.- Fallece el 20 de mayo, en Valladolid. Se afirma que en 1779, sus restos fueron trasladados de la Catedral de Santo Domingo, para ser sepultados en la Catedral de la Habana, Cuba. En 1898, son llevados a Sevilla. Sin embargo, actualmente persisten controversias, no solamente del lugar donde realmente descansan sus restos. Tuvo dos hijos: Diego y Hernando.

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