Por Jesús Pérez Uruñuela
Navegando por el mundo del “INTERNET” en la búsqueda de datos requeridos en una de mis investigaciones, agradable sorpresa fue mi encuentro con el SEÑOR ANÓNIMO, famoso poeta, literato, filósofo, pintor, etcétera, poseedor de infinita sabiduría, aplicada en todas las ramas del conocimiento humano. Estaba cómodamente ubicado en uno de esos PORTALES que la tecnología moderna ha creado en la llamada “cibernética”. Mucha complacencia me causó verlo, porque, siempre sorprende su elocuencia y su innegable saber. Para no aburrirlo con innecesaria parola, pedí a tan sabio personaje, me permitiera transcribir en mi columna algo de su amplísima obra literaria. Estuvo de acuerdo, y a continuación expongo tres relatos de su autoría:
PRIMER RELATO.
Grupos de trabajo de alto desempeño.
La próxima vez que tú veas a los gansos migrando al sur por el invierno, volando en formación V, tú estarás interesado en conocer que ciencia los lleva a volar de esa manera, ellos han aprendido que las alas del ganso que va adelante reduce la resistencia del aire al ganso que va atrás. Volando en formación V la parvada en conjunto adiciona un rango de vuelo mayor del 71% comparado con el que un ganso podría volar solo.Cuando un ganso se sale de formación siente súbitamente la molestia de la resistencia del aire y rápidamente regresa a la formación para tener la ventaja del poder de sustentación que le ofrece el ganso de enfrente. Y si e pájaro líder se cansa, se va para atrás y otro toma su lugar. El graznido de los gansos de atrás sirve de aliento a los de adelante para mantener la velocidad. Finalmente, cuando uno de los gansos se enferma o está herido y cae, dos gansos más se salen de la formación siguiéndolo para protegerlo y ayudarlo. Ellos permanecen con él hasta que se recupera o muere; y entonces despegan en su propia formación o se adicionan a otra para alcanzar a su grupo original. Como tú puedes ver –me dijo el SEÑOR ANÓNIMO en carácter de moraleja- lo que tenemos que hacer para atraer aquellos que no participan, es demostrarles que el mundo que nos rodea es similar al mundo de los gansos. Esto significa que tenemos que pagar un mínimo precio, para poder obtener más de todos, organizándonos como un gran equipo.
SEGUNDO RELATO.
La marioneta.
Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo. Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan. Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen.Escucharía cuando los demás hablan, y cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate. Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto no solamente mi cuerpo sino también mi alma. Dios mío, si yo tuviera un corazón, escribiría mi odio sobre el hielo, y esperaría que saliera el sol. Pintaría con un sueño de Van Gogh sobre las estrellas un poema de Benedetti y una canción de Serrat sería la serenata que le ofrecería a la luna. Regaría con mis lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas, y el encarnado beso de sus pétalos... Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida... No dejaría pasar un solo instante sin decirle a la gente que la quiero, que la quiero. Convencería a cada mujer u hombre que son mis favoritos y viviría enamorado del amor. A los hombres les probaría cuan equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse. A un niño le daría alas, pero le dejaría que él solo aprendiese a volar. A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez sino con el olvido. Tantas cosas he aprendido de ustedes los hombres... He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada. He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño por primera vez la mano de su padre, lo tiene atrapado para siempre. He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse.
Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero finalmente de mucho no habrán de servir porque cuando me guarden dentro de su maleta, infelizmente me estaré muriendo.
TERCER RELATO
Cada mañana en el África.
Cada mañana, en el África,una gacela se despierta; sabe que deberá correr más rápido que el león, o éste la matará. Cada mañana, en el África, un león se despierta; sabe que deberá correr más rápido que la gacela, o morirá de hambre. Cada mañana, cuando sale el sol, no importa si eres un león o una gacela; mejor será que te pongas a correr.
viernes, 7 de noviembre de 2008
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